Sed felices, pero no…

Llevo tiempo queriendo volver a dedicar un espacio en el blog a escribir, a redactar, a dejarme llevar por las palabras que están dentro de mi desordenadas y que cobran sentido al dejarlas salir.

Hoy es el día. Y quiero hablaros de la felicidad. Utópica felicidad.

Siempre nos enseñan, quizá no siempre, pero si la mayoría de veces, que tenemos que ser felices, y nos dan unos cánones de felicidad que creemos que son los perfectos e ideales; nada más lejos de la realidad.

La felicidad, como tal, es utópica. Es imposible alcanzar un estado completo de felicidad, la vida es un continuo ir y venir, donde hay buenos, malos, dulces, amargos, momentos. Y, es ahí, en esos momentos, donde podemos disfrutar de la felicidad. La felicidad no es más que un estado transitorio, que debemos disfrutar cuando llega. La felicidad, puede ser simplemente el hecho de estar tomando un café, solo, o acompañado, con azúcar o sacarina, sin nada o con leche.

Día a día tenemos momentos de felicidad, que obviamos, porque tenemos en mente esa idea idealizada, ese estado de plenitud, que nunca llegaremos a alcanzar. Podemos alcanzar muchos de nuestros sueños, y aún así, no sentiremos esa continua felicidad. Soñemos, y hagamos que los sueños se cumplan, pero no nos debemos obcecar con ese fin, simplemente tenemos que disfrutar del camino, esforzarnos, pasarlo bien, sufrir, hacernos fuertes con los momentos duros y relajarnos cuando algo bueno sucede.

La felicidad, por tanto, es algo que podemos sentir continuamente y nos privamos de ello. Os propongo que hagamos un ejercicio. Hoy, o cualquier otro día, vamos a estar muy atentos a todo aquello que nos hace sentir bien. Desde levantarnos temprano sin haber puesto el despertador. Ponernos un desayuno saludable y sabroso. Disfrutar de ese café calentito, amargo, o dulce tal vez. Esa llamada que nos saca una sonrisa. Esa persona que nos encontramos por la calle y hacía tiempo que no veíamos. Simplemente dejar que el día fluya pero pararnos un segundo en aquellas cosas que nos están haciendo bien. Así os iréis dando cuenta de todos los momentos de felicidad que estamos dejando pasar, y empezaremos a cogerlos, saborearlos, guardarlos para nosotros, llenándonos así de energía positiva, fuerza, para aquellos otros momentos, que también los habrá, donde sonreír sea lo último que nos apetezca.

Ahora estoy disfrutando de un momento muy feliz. Yo, tecleando suavemente, dejando salir de dentro eso que llevo guardado, y comparto, porque compartir es vivir, y nos hace más felices a todos. Estoy sentada en la cama, gozando del calor que esta me ofrece, pero más aún la compañía de mi pequeño, mi cachorro favorito, el que lo da todo por mí, y hace que cualquier momento infeliz de la vuelta.

Sed felices, pero no busquéis la felicidad. Utópica felicidad.

 


Utópica felicidad -CC by-nd 2.5 es -Sonia Gómez Diez

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